“Yo no creo en las brujas
pero que las hay, las hay”
(Provérbio espanhol)
¿Donde está aquella niña
Cuyos ojos me han quedado?
¿Dónde está que no la miro?
De pasión me ha embrujado.
Desde algún tiempo,
Desde que la miré
No tengo más quietud!
Nunca más la tendré?
No se dio ni cuenta
Qué cuando la he mirado
Esclavo de sus ojos
Me he de pronto tornado.
Así, tonto, desde entonces,
Quedome, sin fuerza, minado
Como un borracho por las calles,
Rengo he siempre estado.
Pero no sé su nombre
Pero siquiera oí su voz
Solamente sus ojos
Me han sido feroces.
Donde está aquella niña
Quien tiene ojos tan claros,
Que me cautivaron de pronto
Ojos tacaños, avaros?
(Professor Alves, 11/2007)
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